Muere Jang Mi Ja, ícono de la actuación surcoreana a sus 84 años

Un silencio respetuoso, un velo de melancolía se extendía por sus calles, un sentimiento que se filtraba hasta las conversaciones más cotidianas en los cafés y mercados.

El 27 de enero de 2025, la Unión de Actores de Radiodifusión de Corea confirmó una noticia que conmovió profundamente a la nación: el fallecimiento de Jang Mi Ja, a sus 84 años. La actriz, cuyo nombre es sinónimo de una carrera brillante y llena de logros, perdió la batalla contra una larga enfermedad crónica. Su esposo, el también reconocido actor y artista de doblaje Park Woong, y sus dos hijos, organizaron un funeral íntimo en Jongno-gu, Seúl. El cuerpo de la actriz reposó en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl, y la ceremonia fúnebre se llevó a cabo el 29 de enero a las 6 a.m., con posterior entierro en el Cementerio de la Ciudad de Seúl.

Pero ¿quién era realmente Jang Mi Ja? Más allá de las cámaras y los aplausos, su vida fue una extensa y apasionante historia. Una trayectoria artística que abarcó más de seis décadas, un legado que la posiciona como una figura irremplazable en la escena artística surcoreana. Desde sus inicios en el teatro en 1959, su talento resonó en cada escenario. Obras maestras como "El pájaro que voló sobre el nido del cuco", "Pimientos secos", "El estanque dorado" y "Tiempo humano" son solo algunos ejemplos de su extensa y aclamada participación teatral.

En 1963, Jang Mi Ja se convirtió en pionera en el mundo de la locución con DBS Dong-A Broadcasting, abriendo camino en un medio en pleno desarrollo. Su incursión en la televisión y el cine fue igualmente exitosa, participando en dramas icónicos que marcaron a varias generaciones:

• Toji
• The Second Republic
• King the Land
• The Sons of Sol Pharmacy House
• Believe in Love
• The Light in Your Eyes

Su inolvidable papel como la suegra en "Clinic for Married Couples: Love and War" la catapultó a la fama, conquistando el corazón del público y obteniendo el cariñoso título de "la suegra de la nación".

Más allá de los premios y reconocimientos, Jang Mi Ja representó una época dorada para el entretenimiento surcoreano, dejando una huella imborrable en la cultura y la memoria colectiva del país. Su influencia se extiende a generaciones de artistas, quienes la recordarán como un ícono del talento, la dedicación y la pasión por el arte.

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