Trump genera reacciones divididas en emotivo partido de Yankees por 9/11

La presencia de una figura polarizante añadió capas a una noche que ya cargaba con el peso histórico del 11 de septiembre.
"Fue un gran amigo mío, toda la familia", mencionó Donald Trump sobre George Steinbrenner, el fallecido dueño de los Yankees, minutos antes de que comenzara el juego. El presidente, quien llegó sin anuncio previo, saludó brevemente desde la suite vip —protegida por cristales blindados— mientras algunos aficionados coreaban consignas y otros optaban por los abucheos.
En el séptimo inning, como es tradición desde 2001, se entonó "God Bless America". La pantalla mostró un lazo rojo, blanco y azul bajo la leyenda "11 de septiembre de 2001, No Olvidaremos". Minutos antes, las banderas habían sido arriadas a media asta por orden ejecutiva de Trump en honor a Kirk.
Mientras el presidente interactuaba con los jugadores —incluyendo un gesto con Anthony Volpe, quien jugaba lesionado—, el manager Aaron Boone admitió: "Es algo de lo que estoy emocionado de ser parte". La visita, sin embargo, no alteró el rumbo del juego: los Tigres continuaron su dominio.
Este marcó el octavo evento deportivo al que asiste Trump desde su regreso a la Casa Blanca. Su paso por el Super Bowl, la UFC y el Abierto de EE.UU. había dejado claro su gusto por los espectáculos masivos. Pero anoche, entre nostalgias bélicas y tensiones políticas, el béisbol terminó siendo solo un telón de fondo.