Recientemente, en una entrevista con GQ, Robert Pattinson, famoso por su papel en The Batman y la saga Twilight, reveló detalles inesperados de su vida cotidiana. No se trata de extravagancias millonarias, sino de gustos sencillos y obsesiones cotidianas que lo conectan con una realidad mucho más cercana a la nuestra.
La paternidad, fruto de su relación con la modelo Suki Waterhouse, ha sido un punto de inflexión. “Hasta que tienes un hijo, hablar sobre niños te parece lo más aburrido del mundo. Pero después… ¡es increíble!”, confesó, sorprendiendo con su honestidad. Esta nueva etapa ha transformado radicalmente su vida social. Lejos de aislarlo, lo ha conectado con una comunidad inesperada: otros padres.
De repente, Pattinson, quien se describe a sí mismo como un "ermitaño", se encuentra en barbacoas de domingo con vecinos recién conocidos, compartiendo anécdotas en el parque y discutiendo sobre el último partido de fútbol. “Voy a casas de extraños solo porque sus hijos tienen la misma edad que el mío”, comenta entre risas, mostrando una faceta cálida y accesible.
Pero la transformación va más allá de la paternidad. Sus gustos personales son tan particulares como fascinantes. Su pasión por el café instantáneo, por ejemplo, es casi una religión. “Me encanta. Más que cualquier otra cosa,” afirma, describiendo su ritual matutino con una precisión casi poética. Su obsesión no se limita al sabor, sino a la energía que le proporciona, creando una rutina de “estado casi maníaco” durante el día.
Su peculiar dieta a base de salmón, que se prolongó por meses, también llamó la atención. Una decisión que, según él, responde a una búsqueda de equilibrio y que incluso lo llevó a bromear con la comparación de su alimentación a la de una foca. También confesó que en el pasado su alimentación en los rodajes se basaba en una lata de atún con salsa Cholula, una elección que, aunque generó alguna crítica, forma parte de su divertida historia.
En el terreno tecnológico, Pattinson se declara un nostálgico defensor de los audífonos con cable. La comodidad y la ausencia de la preocupación por la duración de la batería lo llevan a lamentarse de la falta de opciones de calidad en el mercado. “No quiero cargar nada,” declara, mostrando su resistencia al cambio tecnológico imperante.
Finalmente, y quizás lo más sorprendente, es su descubrimiento de un sencillo estiramiento de cadera que realiza en un banco del gimnasio. Un ejercicio que le ha proporcionado, según sus propias palabras, “al menos diez años más de vida”. Una revelación inesperada en la vida de una estrella de cine acostumbrada a rutinas físicas intensas para sus papeles.
Más allá de la fama y el glamour, la entrevista revela una imagen humana y accesible de Robert Pattinson, un hombre con gustos simples, obsesiones particulares y una genuina apreciación por los pequeños placeres de la vida cotidiana. Una perspectiva única y reveladora que trasciende las expectativas de Hollywood.