Recientemente, el fallecimiento de Frank Fritz, la estrella de "American Pickers", a los 60 años, ha generado un inesperado giro en la narrativa. Su muerte, ocurrida el 30 de septiembre de 2024, declarada como consecuencia de un infarto cerebral derivado de una enfermedad vascular cerebral, según su certificado de defunción, no ha cerrado el capítulo de su vida. Además, su certificado médico indica que padecía estenosis aórtica y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), afecciones que contribuyeron a su deceso. Incluso se menciona la posibilidad de que la enfermedad de Crohn, que Fritz padeció durante décadas, también haya influido.
La noticia toma un rumbo legalmente intrigante. Un mes después de la emisión del certificado de defunción, el 18 de octubre, se aprobó su testamento, presentado previamente por su abogado en una corte de Iowa. Sin embargo, el 31 de diciembre de 2024, una abogada presentó documentación representando a una amiga de Frank, abriendo una nueva etapa en el proceso. El 3 de febrero de este año, una petición fue presentada a la corte para anular dicho testamento y solicitar un juicio por jurado.
Esta amiga no identificada, según reportes del U.S. Sun, pone en tela de juicio la validez del testamento de Fritz, cuyo patrimonio se estima en 6 millones de dólares. Se espera que este caso legal arroje luz sobre la última etapa de la vida de Frank Fritz, así como sobre sus relaciones personales, y sobre la validez del testamento.
El impacto de la controversia va más allá de la simple disputa legal. Se abre un debate sobre la complejidad de las relaciones interpersonales, la administración de grandes cantidades de dinero y la vulnerabilidad de las personas incluso después de su muerte. Detalles como la amistad entre Fritz y su antiguo compañero de "American Pickers", Mike Wolfe, con quien aparentemente no tenía contacto desde dos años antes de su salida del programa en 2020, añaden capas de intriga a la situación.
La inesperada batalla legal alrededor del testamento de Frank Fritz, nos deja con más preguntas que respuestas, una muestra de que la vida, incluso después de la muerte, puede presentar sorpresas inesperadas y complejas.