La atención se centró en Galilea Montijo, quien, durante el programa Hoy, sorprendió a todos al someterse a un ultrasonido en vivo. Inicialmente, la situación generó especulaciones, avivadas por las propias bromas de Galilea y Andrea Legarreta, sobre la posibilidad de un segundo embarazo. “No sabemos si es niño o niña…”, dijo Galilea entre risas, lo que desató una oleada de comentarios en redes sociales.
Sin embargo, la realidad resultó ser distinta. La conductora explicó que el motivo principal del ultrasonido era un dolor persistente cerca del ombligo, “un dolor constante… uno se acostumbra a los dolores”, confesó. Este dolor, según explicó, llevaba meses presente.
Andrea Legarreta, compañera de Galilea en el programa, introdujo el segmento con un toque de misterio: “Llegó un momento muy esperado, tenemos en exclusiva el ultrasonido de Gali. Nos va a decir qué vamos a detectar en este estudio”. Este manejo del suspense mantuvo la audiencia enganchada hasta la revelación final.
La doctora presente en el estudio realizó un rastreo abdominal completo, revisando hígado, vesícula, riñones, útero y ovarios. Los resultados, afortunadamente, fueron tranquilizadores. “Tiene un poquito de gas, pero se ve todo bien. Le veo su útero, sus ovarios,” diagnosticó la especialista. La conclusión fue que no había nada grave, solo un poco de gas.
A pesar del alivio por el diagnóstico, la emotiva súplica de Galilea al final del estudio resonó profundamente: “Habla con mis ovarios, diles que florezcan”. Este comentario, cargado de anhelo y esperanza, reveló una faceta íntima de la conductora, dejando una huella en la audiencia más allá de las bromas iniciales.
El incidente, más allá de la curiosidad mediática, sirve como un recordatorio de la importancia de los chequeos médicos regulares, independientemente de la edad o el estado de salud percibido. La experiencia de Galilea Montijo nos invita a priorizar nuestra salud y a atender cualquier señal que nuestro cuerpo nos envíe.