Jacqui Burfoot: Revelaciones impactantes de 'Married At First Sight'
![like image](/assets/like.webp)
Jacqui Burfoot, una abogada neozelandesa de 29 años, participante del programa Married At First Sight, ha concedido una entrevista reveladora al Daily Mail Australia. Su matrimonio con Ryan Donnelly, presentado como tormentoso y lleno de fricciones, adquiere una nueva dimensión a través de su relato.
Contrario a lo que se vio en televisión, Jacqui insiste en que su conexión inicial con Ryan fue intensa: "Ryan y yo realmente tuvimos un contacto visual increíble al final del pasillo. Nos miramos a los ojos de forma muy íntima. Es una lástima que hayan mostrado que yo miraba hacia otro lado, cuando sí compartimos ese vínculo especial".
La versión de la participante describe una situación más compleja que la editada para el programa. "Todo el mundo está viendo sólo el uno por ciento de lo que está pasando. Estaba lidiando con muchas cosas que no se ven en cámara", explica Jacqui, agregando que sus expectativas sobre un esposo maduro y emocionalmente inteligente no fueron satisfechas por Ryan.
Pero la controversia va más allá de las diferencias de pareja. Jacqui relata comportamientos preocupantes de Ryan fuera de cámara: "Desde el día que lo conocí, comenzó a criticar mi apariencia y no decía cosas agradables. Y no era sólo conmigo, lo hacía con las mujeres que me rodeaban. Tenía que intervenir constantemente: 'Oye, no hables así de Katie', o 'Por favor, deja de hacer chistes sobre sexo e intimidad, no es gracioso'".
El punto álgido llega con la revelación de un comentario sexual inapropiado que Ryan hizo sobre Jacqui en un taller sobre sexualidad con los otros participantes. "De hecho, me enteré cuando llegó a casa de que había hecho comentarios sexuales sobre mí, pero no conocía el contexto", confiesa Jacqui. "Anoche fue la primera vez que vi lo que pasó; no tenía ni idea hasta ahora. Es diez veces peor de lo que me dijo en privado".
La falta de una disculpa sincera por parte de Ryan, quien según Jacqui, "aún no entiende cuál fue el problema", es lo que más le duele. La abogada expresa su sufrimiento no por la edición del programa, sino por las acciones de su expareja y la pasividad de los demás. "Soy un ser humano, soy hija de alguien, hermana de alguien, y algún día seré madre de alguien", dice con la voz entrecortada. "Pero no es la edición lo que me hace sentir así, es la forma en que Ryan habló de mí y cómo nadie lo reprendió".
Más allá del dolor, Jacqui asegura no arrepentirse de su participación. "Me apunté a un matrimonio e hice lo mejor que pude", afirma, mostrando una sorprendente resiliencia ante las críticas recibidas.
El programa Married At First Sight continúa, dejando abierta la conversación sobre la representación de la realidad en la televisión y las consecuencias para los participantes.