Adiós a Víctor Villarreal, padre de Alicia Villarreal
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Pero detrás del brillo escénico, se tejen historias que raramente llegan al público.
El nombre de Alicia Villarreal, una figura reconocida en la música regional mexicana, comenzó a ser noticia a partir de un concierto en Zitácuaro, Michoacán, el 16 de febrero. Un pequeño detalle, un gesto casi imperceptible captado por algunos asistentes, un movimiento de mano –se describe como el pulgar doblado y los demás dedos cerrados– inició una serie de especulaciones en redes sociales, rápidamente amplificadas por la maquinaria de internet.
A raíz de este incidente, se filtraron rumores sobre una presunta disputa con su esposo, Cruz Martínez, llegando incluso a la denuncia por violencia física interpuesta por la propia Alicia. Un comunicado oficial de su representación legal, fechado el 21 de febrero, confirmó la situación, dejando en claro su intención de buscar justicia.
Sin embargo, el drama tomó un giro aún más doloroso. En medio de la tormenta mediática, se conoció el fallecimiento de su padre, Víctor Villarreal, a los 77 años. La noticia, difundida por el periodista Javier Ceriani en sus redes sociales alrededor de las 15:45 horas del 28 de febrero, indica que el deceso ocurrió en el Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León.
Hasta el momento, la familia ha preferido mantener un perfil bajo, inmersa en el luto. No existen declaraciones oficiales ni detalles adicionales sobre las circunstancias del fallecimiento. La información se limita a lo reportado por Ceriani, dejando un espacio para la especulación. La privacidad familiar está en el centro del debate público, con opiniones divididas entre la necesidad de información y el respeto al dolor privado.
El silencio de la familia, ante la adversidad, resulta comprensible, aunque ha generado distintas reacciones. La situación deja una sensación de incertidumbre, un recordatorio de que, incluso para las figuras públicas, el lado personal demanda su espacio y su respeto.