Karina Catalán: Dueña de mí, un disco y un manifiesto

Este año, la reflexión se centra en las mujeres que, con valentía, rompen moldes y construyen su propio camino.
En medio de este contexto, la historia de Karina Catalán, cantante de regional mexicano, cobra especial relevancia. Originaria de Baja California, Karina no solo lanza su nuevo disco, "Dueña de mí", sino que comparte un viaje personal de autodescubrimiento que se refleja en cada canción.
El proceso de creación del álbum, según relata en una entrevista con El Heraldo de México, fue un desafío emocional. Karina confiesa: "Por primera vez me di cuenta que 'la artista' se comió a la mujer, tuve que hacer una pausa y reencontrarme conmigo misma." Esta pausa crucial le permitió una profunda introspección, una conexión honesta consigo misma.
El resultado es un disco que trasciende el simple amor y desamor. Karina le canta a la mujer empoderada, a esa que no se calla, a la que exige respeto. "Conocí a la Karina deprimida, a la bajoneada, a esa que no había conocido… fue un proceso muy interesante, en este camino me convertí en una mujer hecha y derecha que sabe lo que siente y lo que quiere proyectar," explica.
Sin embargo, el éxito de "Dueña de mí" no opaca los obstáculos enfrentados. Karina ha luchado contra el machismo en la industria musical, un mundo a menudo hostil para las mujeres. Desde el acoso hasta el abuso de poder, Karina ha experimentado de primera mano la desigualdad de género. Recuerda un episodio conmovedor: “O a ella le voy a pagar más porque está más buena que tú y no me importa que cantes mejor o que seas mejor artista, eso también me pasó…”
A pesar de los desafíos, Karina, con el apoyo incondicional de sus padres en sus inicios, ha logrado imponer su talento y su voz. Su historia es un testimonio de perseverancia y un ejemplo para muchas mujeres que buscan abrirse camino en un mundo que aún necesita cambios significativos. El lanzamiento de un dueto con Óscar Calderón se suma a sus logros, consolidando su posición en la escena musical.
El disco "Dueña de mí" no es solo un álbum; es un manifiesto. Un reflejo de la fortaleza y la autenticidad de una mujer que ha conquistado su espacio, dejando un mensaje claro: el camino hacia el empoderamiento femenino está pavimentado con valentía, resiliencia y una voz propia.