Jacqui Burfoot de 'Married At First Sight': La verdad tras la edición

Y eso es justo lo que ha ocurrido con Jacqui Burfoot, una de las participantes de "Married At First Sight".
Jacqui, una consultora de 29 años, tuvo un encuentro tenso con su esposo televisivo, Ryan Donnelly, de 36. La tensión se generó por una carta de honestidad, supuestamente llena de "basura" según Ryan, que Jacqui leyó durante un reencuentro. Sin embargo, la historia, tal y como se transmitió, no fue la historia completa.
A través de sus redes sociales, Jacqui reveló una versión diferente, mucho más reveladora. "Me preocupa que no tengas una carrera estable y predecible", leyó en voz alta, un extracto de la carta que sí se emitió. Pero inmediatamente añadió: "Y luego tuve que tachar esta parte: 'Actuar es arriesgado, aunque no dudo que encontrarás algo'. La razón por la que tuve que tacharlo es porque estaban retratando a Ryan como un gerente de proyectos."
Pero eso no fue todo. Jacqui continuó compartiendo fragmentos que los productores decidieron omitir: "Me usas como un saco de boxeo emocional y me menosprecias cada vez que se cuestionan tu dominio y superioridad. Tus creencias sobre los roles de género y los estereotipos son problemáticas, anticuadas e incompatibles con las nociones de igualdad de género que son valores fundamentales para mí. Siento que no estás abierto a comprender las opiniones o creencias de otras personas. Te falta la capacidad de encontrar poder en la vulnerabilidad. Todavía no he visto ninguna habilidad de pensamiento crítico de tu parte y necesito que siempre estés abierto a cuestionar tus propias creencias."
Además, acusó a Ryan de obsesionarse con proyectar la imagen del hombre perfecto. Curiosamente, a pesar de esta reveladora carta, al día siguiente la pareja fue vista junta, cariñosa, demostrando una complicidad que contrasta con la tensión del encuentro televisado. Esta demostración de afecto ocurrió antes de su separación definitiva en el programa, luego de lo cual Jacqui inició una relación con Clint Rice.
Esta no es la primera vez que Jacqui denuncia la manipulación de la edición del programa. Recientemente, explicó que las escenas donde aparecía llorando fueron editadas para mostrar solo el principio y el fin, omitiendo el llanto real. "A menudo, si estoy llorando, lo haré durante cinco minutos. Pero ellos lo están editando, así que tienen el comienzo y el final de mi llanto", explicó. Incluso, mencionó tener un video grabado con su teléfono como prueba de la autenticidad de sus lágrimas.
Finalmente, Jacqui también aclaró la razón por la que llevó un vestido azul, en lugar de un vestido de novia tradicional, a su ceremonia televisiva: un detalle más que se suma a la compleja narrativa detrás de las cámaras de "Married At First Sight".