Adriana Paz: Del Metro a Cannes, una Actriz Mexicana Triunfa Globalmente

Para una actriz como Adriana Paz, este escenario urbano es una fuente inagotable de inspiración.
Adriana, con una trayectoria que abarca desde la década del 2000, ha cosechado éxitos en México y Latinoamérica, incursionando incluso en producciones estadounidenses y europeas. Su nombre ha resonado en reconocidas premiaciones, incluyendo tres Premios Ariel y, un hito en su carrera: el Premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes 2024 por Emilia Pérez, compartido con Selena Gomez y Karla Sofía Gascón. Su agenda, una sucesión incesante de proyectos, la lleva de los Premios Oscar al set de filmación de Animals, dirigida por Ben Affleck, su primera película en Estados Unidos.
Su formación académica, lejos de ser fortuita, sentó las bases para su brillante carrera. Egresada del Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente de la UNAM y licenciada en Literatura Dramática y Teatro en Ciudad Universitaria, recuerda con cariño la enseñanza de un maestro: “En el metro no se duerman, chicos, porque ahí están las historias, ahí está la vida, ustedes son actores y ustedes tienen que aprender a observar el entorno.”
Esta aguda capacidad de observación se manifiesta con especial intensidad en Arillo de Hombre Muerto, la película escrita y dirigida por Alejandro Gerber Bicecci. En ella, Adriana interpreta a Dalia, una conductora del metro cuyo mundo se desmorona con la desaparición de su esposo. La historia, un crudo reflejo de la realidad mexicana donde en 2023 se registraron 10,315 personas desaparecidas según el Informe Nacional de Personas Desaparecidas de la plataforma Red Lupa, presenta a Dalia como una mujer multifacética, una madre, esposa, trabajadora, con luces y sombras, en una lucha constante contra la burocracia y la desesperanza.
Adriana, al hablar sobre su papel, confiesa: “Hay una parte de mí que sí tiene esperanza, porque si no, yo creo que ni haría estas películas.” Este sentimiento se entrelaza con una experiencia profundamente personal que compartió públicamente: “fui secuestrada hace unos 18 años”. Esta revelación añade una capa adicional de autenticidad y vulnerabilidad a su interpretación.
El contraste entre Arillo de Hombre Muerto y sus proyectos internacionales es notable, pero también enriquecedor. En la película mexicana, Adriana tuvo la oportunidad de co-crear a su personaje, incluso reescribiendo escenas junto al director. La cinta, perteneciente al cine independiente mexicano, representa un logro en sí misma, una voz que denuncia una realidad dura con una fuerza conmovedora.
Su futuro se presenta promisorio, con proyectos que van desde una película de terror hasta una adaptación de la novela Ceniza en la boca de Brenda Navarro, dirigida por Diego Luna. La gratitud y la esperanza, dos sentimientos que la acompañan en esta etapa de su brillante carrera, se perciben en cada palabra: “me siento tan agradecida de todas estas cosas que me han estado pasando, que la verdad no tengo ninguna queja, solamente tengo agradecimiento”.