Marco Antonio Regil: El doloroso adiós a su madre por Alzheimer

Marco Antonio Regil, figura conocida en la televisión mexicana, ha compartido recientemente un capítulo íntimo y emotivo de su vida. No se trata de un nuevo proyecto, ni de alguna polémica reciente, sino de un recuerdo que, a pesar del tiempo, aún resuena con intensidad: la pérdida de su madre, Irma Sánchez Mayans.
La partida de doña Irma, en 2017, no fue repentina. El Alzheimer, una enfermedad implacable, fue robando poco a poco la memoria y la presencia de la mujer que marcó la vida del conductor. En una sincera entrevista para el podcast “Más allá del rosa” con Jessica Fernández, Regil describió el lento y doloroso proceso del declive de su madre.
“Primero fueron mis tíos y familiares cercanos a quienes dejó de identificar. Pero un día, durante una cena navideña... ¡fue horrible! Me vio de manera diferente, como si me viera por primera vez. Me preguntó: ‘¿Tú quién eres?’”, recordó con la voz entrecortada, pintando una imagen desgarradora de la confusión y el desamparo.
El avance de la enfermedad fue devastador. Regil describe la sensación de pérdida gradual, no solo de su madre físicamente, sino de la conexión única que compartían: “Pierdes a tu mamá porque se va tu mamá y se queda ese cuerpo, ese ser ahí, pero ya se va.” Una descripción cruda y honesta de la experiencia de vivir la pérdida de un ser querido a través de una enfermedad degenerativa.
En los últimos días de doña Irma, ya en una institución especializada para pacientes con Alzheimer, la situación se agravó. Una neumonía, consecuencia de una dificultad para tragar, marcó el inicio del final. Los médicos le comunicaron la dura verdad: “Ya no la vamos a dar de alta, esto es el principio del final”.
A pesar de la inmensa tristeza, Regil optó por transformar el dolor en un homenaje. Rodeó a su madre de amor en sus últimos momentos. Familiares y amigos se reunieron para celebrar su vida, con mantras, música, y recordatorios de momentos felices. El “Cielito Lindo”, le contaba, era el mantra favorito de su madre.
Durante días, Marco Antonio le habló al oído, despidiéndose con palabras de paz, gratitud y perdón. Le repetía que todo estaba bien, que no debía cargar con culpa alguna. Un acto de amor y despedida que transmite una profunda conexión familiar.
El 15 de febrero de 2017, doña Irma falleció rodeada del amor de los suyos. Un final doloroso, sí, pero también un testimonio de amor y aceptación en medio del sufrimiento.