Cumbia Pedregal: Herencia musical mexicana reinventada

Su historia familiar, sin embargo, es solo el telón de fondo de una propuesta audaz que promete revolucionar un género querido por millones.
Se trata de Emilio, Pablo y Luche Zepeda, nietos de la legendaria María Victoria e hijos del reconocido director de orquesta Rubén Zepeda. Crecer entre los acordes de grandes compositores y la atmósfera electrizante de los ensayos, los marcó profundamente. "Estar cerca de grandes figuras como Juan Gabriel o José José nos dio mucha inspiración para lo que es el proyecto hoy en día," confiesa Luche, dejando entrever la magnitud de la herencia musical que llevan en sus venas.
Aunque inicialmente sus inclinaciones musicales se inclinaban hacia el rock, el destino, o quizás la genética, los llevó por un camino diferente. Fue en la cumbia donde encontraron su verdadera voz. “Desde chiquitos nos han encantado los géneros tropicales,” comparte Pablo, desvelando el secreto detrás de esta nueva propuesta. “Una vez estábamos tocando una cumbia en casa de mis tíos y sonó tan bien que mi papá nos dijo: ‘deberían hacer un grupo ustedes’. Así nació Cumbia Pedregal”.
Cumbia Pedregal no es solo un nombre, es una declaración de intenciones: reivindicar, refrescar y reinterpretar la cumbia, fusionando la tradición con un sonido contemporáneo. Los hermanos Zepeda se atreven a explorar los ritmos que otros dejaron en el olvido, inyectándoles una nueva energía, una frescura que promete cautivar a una generación que busca sonidos auténticos, pero con un toque de modernidad. Su propuesta es un viaje al pasado, pero con destino al futuro.
La influencia familiar, palpable en cada nota, no solo se limita a la herencia genética. Es la herencia de un legado musical que se reescribe con un estilo único, la promesa de una música vibrante que resuena con la identidad cultural mexicana, pero con una perspectiva nueva, una perspectiva que solo tres hermanos con una historia tan singular pueden ofrecer.