Pero detrás de las luces y el maquillaje, algo no encajaba.
José Ángel Llamas, el actor que protagonizó éxitos como Nada personal y El amor no tiene precio, vive hoy lejos de los sets de grabación. En lugar de libretos, ahora estudia textos bíblicos. Cambió los besos de ficción por sermones reales.
"Los aplausos se apagan, las grabaciones terminan, pero el vacío seguía ahí", confesó en un testimonio grabado para la iglesia Calvary Chapel de Fort Lauderdale, donde desde 2020 ejerce como pastor asistente. Lo que comenzó como un retiro temporal de la actuación en 2011 se convirtió en un cambio radical de vida.
Su transformación incluyó a toda la familia:
- Dejó atrás contratos millonarios con Televisa y TV Azteca
- Se mudó permanentemente a Florida
- Su esposa, la actriz Mara Croatto, se sumó al proyecto espiritual
Los que lo recuerdan en
Amor descarado (2003) difícilmente imaginarían al antagonista de esa historia dedicando horas a preparar homilías. Sin embargo, para Llamas, el salto no fue tan abrupto como parece.
"Siempre busqué personajes con conflicto moral, quizá era mi propia búsqueda", reflexionó durante una charla con feligreses.
Entre los detalles menos conocidos de su trayectoria:
- Fue modelo antes de incursionar en actuación
- Protagonizó la primera telenovela grabada completamente en Miami
- Rechazó papeles por diferencias con los valores de los personajes
Mientras algunos colegas lamentan su ausencia en la pantalla, él asegura haber encontrado su rol definitivo.
"Ahora sí sé quién soy cuando apagan las cámaras", concluyó en su último mensaje viral, grabado frente al mismo océano que veía desde su lujosa residencia en Acapulco durante sus años de
fama.
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