Sandra Echeverría revela dolorosa infancia y el difícil divorcio de sus padres

Entre las confesiones más reveladoras, Echeverría detalló cómo fue crecer en un hogar donde sus padres eran casi adolescentes. "Mi mamá me tuvo a los 17 años, mi papá tenía 18, entonces éramos realmente como 4 niños jugando", compartió la actriz, refiriéndose a la dinámica familiar que vivió junto a su hermana Mariana, apenas un año y cuatro meses menor que ella.
Pero no todo fue juego. A los 11 años, Sandra enfrentó uno de los momentos más dolorosos de su vida: el divorcio de sus padres. En sus propias palabras, aquel periodo estuvo marcado por la angustia y la añoranza. "Llegaba yo con mi papá y le decía: 'Mi mamá me dijo que te extraña'", recordó, dejando claro cómo intentó, sin éxito, recomponer lo que ya estaba roto.
La separación no solo fracturó su familia, sino que también cambió para siempre su relación con su padre, a quien describió como "el amor de mi vida, mi héroe". La distancia emocional y física —visitas cada 15 días, un nuevo matrimonio paterno— dejó una huella profunda. "Sentir que es de otra mujer, que su tiempo libre y sus vacaciones, todo lo pasa con alguien más, no con nosotras... siempre fue como ese duelo", confesó.
El dolor, sin embargo, no fue el único legado de aquella época. Sandra también habló de sus medias hermanas, hijas del segundo matrimonio de su padre:
Este capítulo de su vida, aunque lejano, sigue latente en su memoria. En 2020, durante una entrevista con Mara Patricia Castañeda, ya había admitido la magnitud de esa herida: "Muy fuerte, sobre todo para mí... Me acuerdo sentir un hueco en el estómago, de no poder dormir por la ansiedad". Ahora, con mayor distancia, Echeverría parece decidida a sanar compartiendo su historia.