"Estuvo increíble, muy relajado y concentrado en su juego", relató una testigo que coincidió con el cantante en el Gleneagles Hotel, uno de los resorts más exclusivos de Escocia. Lo curioso: la fan y su esposo aparecieron accidentalmente en una de las fotos que Bieber subió a Instagram desde el comedor del hotel, sin que él se percatara.
El canadiense, de 31 años, se movió entre los campos con un carrito de golf, luciendo una chaqueta cortavientos verde y un gorro con el diseño de la bandera escocesa. A pesar de la tormenta Amy, que dejó sin electricidad a varias zonas cercanas, Bieber completó los 18 hoyos del Castle Course en St Andrews, donde semanas atrás se disputó el prestigioso Dunhill Links Championship.
- Detalle clave: Bieber no fue solo a jugar. Entre rondas, se tomó tiempo para brindar con una Innis and Gunn, cerveza artesanal escocesa, y compartió el momento en sus redes.
- Contexto: El viaje ocurre semanas después de que el artista bromeó sobre dejar la música para dedicarse al golf profesional.
- Tras bambalinas: Por la noche, sorprendió a otros huéspedes con un mini-concierto de piano en el hotel, interpretando uno de sus últimos éxitos.
El viaje de Bieber tuvo un guiño irónico: hace menos de una semana, su ex Selena Gomez contrajo matrimonio con el productor Benny Blanco, lo que desató memes y comentarios entre fans. Sin embargo, el artista pareció más enfocado en mejorar su hándicap que en los rumores.
Entre bunkers y putts, una cosa quedó clara: aunque el clima escocés no cooperó, Bieber encontró en el golf un refugio lejos de los reflectores. Y si su juego mejora, quizá esa carrera alternativa no sea solo una broma.
