México, DF.
Gabriel Granados, primera persona en recibir un trasplante de brazos.
Luego de perder parte de las extremidades superiores debido a una quemadura eléctrica, Gabriel Granados se convirtió en el 2012 en la primera persona en recibir un trasplante de brazos en México y Latinoamérica.
Un año después, el hombre ya tiene movilidad parcial en sus nuevos brazos, lo que para el equipo médico que realizó la operación es una muestra de una intervención exitosa que ya lo hace pensar incluso en un reto futuro: poder hacer un trasplante de cara.
El doctor Martín Iglesias, responsable del equipo que realizó el trasplante, dijo el viernes que frente al desafío de saber si el cuerpo de Granados aceptaría los nuevos brazos y no presentaría complicaciones, la adaptación a los miembros ha sido positiva y 130 días después de la cirugía comenzó a mover los dedos.
“Todo va sin ningún problema de rechazo”, dijo el doctor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” de la capital mexicana.
Vestido de traje, Granados se levantaba gustoso para mostrar sus brazos en un auditorio del instituto atestado de médicos y medios.
Los dedos de sus manos se mantienen cerrados, como si agarrara algo, lo que él describió como un efecto de “garra”, lo cual sin embargo no le impide hacer cierta fuerza y mover parte de la mano.
El hombre dijo que aunque no puede hacer muchas cosas, hay otras que ya ha vuelto a realizar, como cepillarse los dientes, levantar una taza o un plato con comida, e incluso sostener cubiertos para comer o cortar algo suave.
Granados trabajaba como perito supervisor en materia de contabilidad en la Procuraduría de Justicia de la capital y el 4 de enero del 2011 recibió una descarga eléctrica mientras daba indicaciones a un grupo de albañiles que construirían una barda en su casa. “Con gran tristeza, yo mismo me fui dando cuenta cuando estuve hospitalizado.... que mis manos ya no funcionaban”, contó.
“Sabía que iba a perder las manos y desgraciadamente así sucedió”.
En los siguientes días le amputaron ambos brazos, cinco centímetros abajo del codo luego de padecer una quemadura eléctrica.
Los brazos trasplantados pertenecían a un hombre de 34 años que tuvo muerte cerebral por una herida de arma de fuego y cuya familia quiso donar todos sus órganos.
“Para mí ha sido una lucha más y afortunadamente vamos bien”, dijo Granados.
Rocío Cervantes, responsable de la rehabilitación, dijo que se estima en entre 40% y 50% la movilidad actual en las nuevas extremidades de Granados.
El doctor Iglesias dijo que actualmente hay dos personas en lista de espera para un trasplante de brazos similar.
Y ante la pregunta de cuál será el próximo reto, el doctor pensó unos segundos y acotó: “El próximo reto... es el trasplante de cara”.