México, DF.
La enfermedad da lugar a una afección crónica en cientos de millones de personas.
La hepatitis es una inflamación del hígado causada generalmente por una infección vírica. Se conocen cinco tipos principales de virus de la hepatitis, designados como A, B, C, D y E. Estos son los que mayor preocupación generan debido a la gran morbilidad y mortalidad que conllevan y a su potencial para causar brotes y propagarse de forma epidémica.
En particular, los tipos B y C dan lugar a una afección crónica en cientos de millones de personas y son en conjunto la causa más común de cirrosis y cáncer hepáticos.
La hepatitis C es una enfermedad que se transmite a través del contacto directo con la sangre de una persona infectada; los síntomas provocados por este virus son parecidos a los provocados por los virus de las hepatitis A y B; no obstante, la infección por el virus de la hepatitis C puede conducir, a largo plazo, a una enfermedad hepática crónica y es el principal motivo de trasplante de hígado.
La hepatitis C es una enfermedad silenciosa. Al menos ocho de cada 10 enfermos no saben que la tienen, debido a que no presenta síntomas en sus primeras fases. Y en México, el 1.4% de la población (aproximadamente 1.5 millones de personas) tiene el virus y al año se presentan 19,300 nuevos casos en promedio, según la Secretaría de Salud.
La hepatitis C es un padecimiento del hígado causado por el virus del mismo nombre y fue descubierta en 1989. Tiene complicaciones graves porque, en la mayoría de los casos, es asintomática hasta las etapas más avanzadas del padecimiento, según la Guía de Práctica Clínica, Diagnóstico y Tratamiento de Hepatitis C de la Secretaría de Salud.