Bogotá, col
Organización de Estados Americanos afirma que es mejor despenalizar todos los consumos.
La Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó ayer en un informe continental sobre las drogas que es preferible despenalizar el consumo de estupefacientes, como estrategia de salud, antes que priorizar las acciones policiales y militares represivas para encarcelar adictos y advirtió que el narcotráfico perjudica la economía, las relaciones sociales, la seguridad y la gobernabilidad democrática en América Latina y el Caribe.
“El cambio fundamental en esta materia radica en la consideración del usuario como una víctima, un adicto crónico y no como un delincuente o un cómplice del narcotráfico”, sentenció el informe, entregado ayer en Bogotá por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Insulza declaró que “tal vez el problema es que (en las Américas) definimos de manera distinta (el asunto de las drogas) y por lo tanto queremos actuar de manera diversa, y esto es un intento de busca de síntesis y sinergia para poder avanzar”.
El documento, encomendado a la OEA en la Cumbre de las Américas en abril de 2012 en Colombia, será depositado por Santos en la Asamblea General del organismo, del 4 al 6 de junio próximos en Guatemala.
Sin pronunciarse por alguna vía, el informe insistió en el consumo y analizó los puntos extremos, desde las políticas para “suprimir la producción y el tráfico de drogas” hasta las propuestas de legalizar la producción y la distribución.
“La despenalización del consumo de drogas debe ser considerada en la base de cualquier estrategia de salud pública. Un adicto es un enfermo crónico que no debe ser castigado por su adicción, sino tratado adecuadamente”, recalcó el reporte.
En un inciso sobre evasión de impuestos y “lavado” de dinero, el estudio alertó que 42 mil millones de dólares se transfieren al año de México a bancos de Estados Unidos que “hacen que la creación de cuentas anónimas sea mucho más fácil que los centros financieros internacionales”.
“Estos vacíos en el sistema financiero privan al fisco de México de recibir” entre 7 mil y 12 mil millones de dólares en ingresos tributarios anuales, “una suma muy superior” a los mil 500 millones de dólares que el Estado mexicano recibe de Washington para combatir “la violencia asociada a las drogas”, agregó.