Zuckerberg y Oculus nos harán convivir en un mundo virtual

Cd. de México.
La realidad virtual abre la puerta a la evasión, a la entrada en mundos inaccesibles, al acercamiento a una vida en 360 grados, pero para Mark Zuckerberg y Oculus -la compañía que desarrolla dispositivos de realidad virtual- el potencial de esta tecnología está en su capacidad de juntarnos.
La intención del fundador de Facebook, un sueño al que ha destinado una inversión millonaria -no sólo los 2,000 millones de dólares que costó la compra de Oculus- y un equipo de centenares de sus “mejores ingenieros”, es que la realidad virtual nos permita “viajar” para sentir que estamos a la vera de nuestros seres queridos sin movernos del sofá.
Está convencido: “La realidad virtual va a ser la plataforma más social. (...) Tiene el potencial de cambiar nuestras vidas. Lo mejor está por llegar”, fue el mensaje que defendió el directivo en el Mobile World Congress, que se celebró en Barcelona (noreste de España).
Vernos con nuestro disperso grupo de amigos, comentar una exposición de arte con alguien que vive lejos o reunirnos con profesionales que trabajan en otros países son algunas de las escenas virtuales que podrán experimentarse en el futuro si la visión de Zuckerberg cuaja.
“La capacidad de estar en otros lugares y de traer hasta nosotros este mundo tan grande, de derribar las barreras, es un concepto muy poderoso” explica el responsable del negocio móvil de Oculus, Max Cohen.
El dinero, la distancia, el tiempo y la salud son esas barreras que la realidad virtual quiere destruir.
Cohen asegura que la tecnología está avanzando muy rápido y que un día no tan lejano seremos testigos de una realidad a lo “Star Trek”: “en tres, cinco o diez años veremos unas realidades virtuales radicalmente diferentes a la que tenemos hoy”.
Dentro de Facebook, “comprometido a largo plazo” con el proyecto, se ha establecido una unidad especial para desarrollar aplicaciones sociales de realidad virtual. Poco se sabe de este equipo: todo es secreto salvo su existencia.
La tecnología podrá avanzar hasta lograr representaciones tridimensionales virtuales realistas. Esas reproducciones digitales contribuirán, seguro, al establecimiento de unas comunicaciones digitales más naturales -y de paso a hacer realidad sueños de ciencia ficción.