El Diario de SonoraSamantha Wragg es una joven de 28 años que puso su traje de novia a la venta tras divorciarse de su marido. La pareja se casó en 2014 y eran muy felices hasta que un buen día él decidió huir con otra mujer.
La joven, residente en Chesterfield, quiere dejar atrás todo lo que tenga que ver con su fugaz matrimonio y, de paso, pagarse el divorcio con lo que recaude de la venta del vestido. Además, Samantha deja claro en el anuncio que su marido le fue infiel. ¿Querrá alguien comprarle el vestido con este precedente?
“En buenas condiciones, pero necesita una limpieza en seco para poder desprenderlo del hedor de la traición”, escribe en el anuncio. “Principalmente a la venta porque necesito pagar mi divorcio y mi marido ha dejado de pagarme las facturas”, añade sin tapujos. Samantha explica a la BBC que optó por darle un tono irónico al anuncio a falta de clientes.
Ahora, la esposa vende el vestido por un precio de 500 libras (unos 578 euros), una cuarta parte de lo que le costó en su día.
El anuncio termina con este mensaje: “Si quieres un vestido lleno de malos recuerdos y esperanzas y sueños rotos, este es el lugar para ti”. Aunque desea mucha suerte a la que lo compre: “Espero que te traiga mucha más felicidad que a mí y si no... bueno, siempre puedes volver a venderlo aquí”.
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