EL CAIRO
Entre ellas mujeres y niños, en ejecuciones sumarias
El número total de civiles que fueron ejecutados por fuerzas leales al régimen sirio en una aldea en la provincia de Tartus, en la costa mediterránea de Siria, se eleva a 150 personas, según estimaciones difundidas por la Coalición Nacional Siria (CNFROS).
La mayor organización opositora explicó en una nota que esas víctimas, entre ellas mujeres y niños, murieron en ejecuciones sumarias en la población de Al Baida, en las que las fuerzas del régimen emplearon cuchillos para cometer los asesinatos.
La CNFROS considera la masacre como un crimen de genocidio, tal como lo definen los tratados internacionales, y pidió una intervención inmediata del Consejo de Seguridad de la ONU para que se investiguen esos asesinatos por el Tribunal Penal Internacional (TPI).
“La comunidad internacional se encuentra ahora ante un examen de conciencia y de ética para demostrar de una vez que puede intervenir con eficacia para cesar las violaciones cometidas por el régimen”, apuntó el comunicado.
Ayer, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos había informado de que al menos 50 personas murieron en esa masacre, aunque subrayó que esa cifra podría sobrepasar el centenar, debido al alto número de desaparecidos.
De acuerdo a los testimonios recogidos por ese grupo, los milicianos progubernamentales o “shabiha” que supuestamente cometieron las ejecuciones proceden de aldeas vecinas de mayoría alauí, la confesión del presidente sirio, Bashar al Assad, que tiene su principal feudo en estas zonas costeras.