Bagdad, Irk
Una cadena de atentados, la mayoría con coches bomba han dejado 162 lesionados.
Al menos 62 personas murieron en ataques con bombas en Bagdad y cerca de la ciudad de Baquba, ubuicada en el norte de Irak, dijeron fuentes policiales y de hospitales.
El primer ministro Nuri al-Maliki advirtió que los militantes extremistas intentaban establecer un “pequeño estado del mal que minaría la seguridad de la región y del mundo”.
El ataque más letal fue una explosión que dejó 18 muertos y 16 heridos durante el funeral de un miliaciado partidario del gobierno.
Al menos ocho cohes bomba explotaron en la capital iraquí, la mayoría en distritos chiíes, dejando 40 muertos y 88 heridos.
Dos años después de que las tropas estadounidenses abandonaron Irak, la violencia se ha elevado hasta sus mayores niveles desde el derramamiento de sangre entre suníes y chiíes en el periodo 2006-2007, cuando murieron decenas de miles de personas.
La violencia llega en pleno enfrentamiento entre el Ejército iraquí y extremistas suníes que irrumpieron en la ciudad de Faluya, ubicada al oeste de Bagdad, hace más de dos semanas en desafío al Gobierno de Maliki, quien descartó un ataque oficial y ha pedido la expulsión del grupo islámico.
Los militantes están liderados por el Estado Islámico de Irak y el Levante, un grupo vinculado con Al Qaeda que combate en el oeste de Irak y en Siria para establecer un territorio islámico propio en la zona fronteriza.
Los extremistas vinculados con Al Qaeda continúan con una campaña de ataques dirigidos en su mayoría contra objetivos estatales, civiles chiíes y suníes considerados leales al Gobierno chií.