WASHINGTON, DC
En el estado texano se duplicaron los arrestos durante el último año fiscal.
El incremento “sin precedentes” del gasto para seguridad fronteriza y un “ambiente antiinmigrante” en Arizona ha generado una concentración del flujo de indocumentados en la frontera de Texas, dijo hoy Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
“En los últimos años ha habido una gran campaña antiinmigrante en Arizona. Hay leyes que se pasaron y el lenguaje de los políticos genera un sentimiento antiinmigrante, no sólo hacia los que están cruzando sino hacia los que ya estaban”, aseguró el activista en declaraciones telefónicas.
“El ambiente político en Arizona ha generado este cambio de flujo”, agregó.
De acuerdo a los reportes de la Patrulla Fronteriza, en el año fiscal 2013 fueron arrestas más personas indocumentadas en Texas en su intento por internarse al país que en cualquier otra zona de Estados Unidos.
Según la dependencia, en Texas hubo 253 mil 567 arrestos, comparado con los 125 mil 942 que reportó Arizona, estado que había sido el de mayor flujo migratorio de la frontera durante los años anteriores.
“Hay un énfasis por poner más patrulla fronteriza, más tecnología, más muros, y eso endurece y hace más difícil cruzar por Arizona”, aseguró García, con sede en El Paso, Texas.
“Obliga a la gente a buscar cruzar por otras áreas. Antes cruzaban más por San Diego, luego por Arizona, y ahora es Texas. La gente se está moviendo”, añadió el activista.
Aseguró que el aumento de arrestos no necesariamente es un reflejo del incremento en la cantidad de personas en busca de cruzar la frontera de manera ilegal. El endurecimiento de las medidas de seguridad también ha generado más arrestos que en décadas pasadas.
“En el 2013 hubo más muertos en Falfurrias, Texas, que en Tucson, Arizona”, dijo.
“El país se está recuperando y sigue necesitando trabajadores, pero el discurso en el Congreso no refleja esta realidad. En lugar de dedicar tantos billones en gastos se tendría que ahorrar para que vinieran trabajadores legales a cubrir un trabajo”, agregó.
Durante 2013, las autoridades de Inmigración de Estados Unidos deportaron aproximadamente a 31 mil extranjeros indocumentados, y aunque esta cifra es menor a la de los últimos tres años de la administración del presidente Barack Obama, el número de centroamericanos subió un 27%.
La denominada “Ley de Arizona” SB1070 o ley “Apoye nuestras fuerzas de orden público y los vecindarios seguros (Support Our Law Enforcement and Safe Neighborhoods Act), es una iniciativa legal que busca combatir de modo más severo la inmigración indocumentada en ese estado y que actualmente está parcialmente suspendida.
Con esta ley se considera un delito menor estatal que un extranjero resida en Arizona sin llevar consigo los documentos de registro exigidos por la ley federal.
De acuerdo a los informes oficiales, la ley también aumenta la aplicación estatal y local de las leyes federales de inmigración y toma medidas más severas contra los que albergan, contratan y transportan a los extranjeros indocumentados.
Críticos de la legislación han insistido en que estas acciones del gobierno fomentan la discriminación por perfil racial, mientras que los partidarios consideran que la ley se limita a aplicar las ya existentes a nivel federal.