KANO, Nigeria
El grupo militante invadió una villa en Borno Nigeria el 18 de junio y tuvo cautivas a menores.
Boko Haram secuestró a 60 mujeres, incluyendo menores, y mató a 30 hombres en un ataque a una villa al noreste de Nigeria, informaron dos fuentes este martes.
Vestidos como soldados, los hombres armados invadieron la villa de Kummabza en el estado de Borno el 18 de junio y mantuvieron cautivas a varias personas por cuatro días, según comentaron las fuentes.
Tras matar a 30 hombres de la villa y robar comida, los pistoleros se llevaron como rehenes a 60 mujeres y prendieron fuego a la villa con bombas de petróleo y explosivos, informó una alta autoridad local. Algunas de las mujeres secuestradas tenían entre 3 y 12 años.
Noticias del ataque llegaron lentamente luego de que los insurgentes destruyeron mástiles de telecomunicaciones. Pero los detalles del hecho se filtraron cuando algunos residentes abandonaron la villa el lunes luego de que se retiraron los insurgentes.
“Se llevaron a 60 mujeres, incluyendo niñas pequeñas, después de que tomaron rehenes por cuatro días, tras matar a 30 hombres”, dijo la autoridad local, que habló bajo la condición del anonimato, por temor a represalias de Boko Haram.
“Le prendieron fuego a toda la villa mientras abandonaban el lugar tras llevarse la comida de las granjas”, comentó la autoridad.
Abba Aji Khalili, un líder vigilante en Maiduguri, dijo que “los sobrevivientes tuvieron que caminar hasta la villa Lassa a unos 25 kilómetros y al pueblo de Madagali en el estado vecino de Adamawa, antes de que la gente supiera lo que ocurrió”.
Algunos habitantes de la villa estaban demasiado débiles para hacer el viaje largo y se mantenían en el pueblo con “una extrema necesidad de asistencia humanitaria”, comentó Khalil.
“Están enfrentando un serio reto humanitario” porque no tienen acceso a comida, agua y refugio, comentó.
El noreste de Nigeria es la casa de Boko Haram, los islamistas militantes que secuestraron a cientos de niñas en abril.
El grupo militante dijo que su objetivo era imponer una aplicación más estricta de la ley Shaw alrededor de Nigeria, que está divida entre una mayoría musulmán al norte y una mayoría cristiana al sur.