Washington, DC.
Podrán pedir permisos de trabajo y seguro social para aportar al sistema de impuestos.
Muchos inmigrantes que se encuentran en situación irregular y solicitan permisos de trabajo bajo las nuevas disposiciones del presidente Barack Obama podrán gozar de jubilación y Medicare, el programa gubernamental de asistencia médica para los ancianos, al llegar a la edad de retiro, según la Casa Blanca.
Los inmigrantes no deportados podrán solicitar permiso de trabajo y el número de Seguro Social, para aportar al sistema a través de los impuestos sobre la nómina.
Sin embargo, ningún inmigrante “legalmente presente” tendría derecho inmediato a los beneficios porque el seguro social requiere 10 años de aportes para recibir los pagos y la atención de salud. Para ello, el Congreso o futuros gobiernos tendrían que prolongar las medidas de Obama a fin de que esos inmigrantes sigan “legalmente presentes” en el país.
Ninguno de los inmigrantes liberados de la deportación por las medidas ejecutivas de Obama podría recibir cupones de alimentos u otra ayuda federal basada en los ingresos. Tampoco podrían adquirir el seguro de salud en los mercados federales creados por la nueva ley de reforma de la salud ni solicitar los créditos impositivos que reducirían el costo del seguro.