Washington, DC.
En otras ocasiones se han servido menús excéntricos, que incluían zarigüeyas.
Aunque el pavo ha dominado la mesa en las cenas de los presidentes de Estados Unidos en el Día de Acción de Gracias, algunos mandatarios incorporaron en su momento platillos que chocaron con el menú tradicional y hasta bordearon en el excentricismo.
Sin embargo, desde que la tradición fue instaurada por el presidente George Washington en 1789, la mesa de los mandatarios en este día ha lucido en general casi de la misma manera que las de millones de estadounidenses que se reúnen para compartir platillos en esta fecha.
Considerada la mayor tradición estadounidense, el Día de Acción de Gracias evoca la primera celebración de los colonos europeos asentados en Plymounth, en lo que hoy es Massachusetts, para dar gracias por la primer exitosa cosecha en la nueva tierra, en 1621.
La historia de la convivencia ese año entre los colonos y los indios Wampanoag ha quedado recogida en decenas de pinturas que en la mayoría de los casos han distorsionado ese encuentro.
Ello en virtud de que de acuerdo con algunos registros históricos, si bien hubo aves en la comilona de tres días, e incluso venado -ofrecido por los indios-, el pavo no parece haber estado presente entre los platillos en esa ocasión.
Tradicionalmente el banquete para esta fecha incluye la salsa dulce de arándonos rojos, camotes, puré de papa y un aderezo conocido como “gravy”, compuesto con el jugo del pavo y harina, y como postres tarta de calabaza, de nuez pecana o de manzana.
La cena de Obama
La mesa de los Obama lucirá muy similar este jueves de acuerdo con el menú dado a conocer por la Casa Blanca.
Los platillos incluyen pavo rostizado al tomillo, jamón endulzado, relleno para pavo, relleno para pavo con ostiones, macarrón con queso, camote gratinado, puré de papa, cacerola de ejotes, ensalada verde acitronada en aceite y panecillos.
Como ha sido ya costumbre, los postres incluirán una amplia gama de tartas, incluyendo la que parece ser la favorita del presidente Obama, tarta de calabaza.
A diferencia de cenas anteriores este año la lista incluyó seis diferentes sabores de tarta: de crema de plátano, de crema de coco, de calabaza, de manzana, de nuez pecana y de cereza.
En el caso de otros mandatarios, algunos incorporaron platillos de su gusto, como el presidente Ronald Reagan, en cuya mesa no podía faltar el sweet monkeybread –pan de mono dulce-, elaborado a base de pedazos de masa de harina o bizcochos, horneados con azúcar, mantequilla y canela.
Algunas adiciones temporales a la mesa presidencial en este día provocaron en su momento extrañeza debido a estar totalmente fuera de contexto, como sucedió durante la presidencia de George W. Bush.
Bush 41, como es conocido después de la elección como presidente de su hijo del mismo nombre, Bush 43, incluyó el gazpacho entre los platillos en su mesa para la ocasión.