ACRAMENTO, Cal.
Pese a ser estrictas no han podido evitar los tiroteos en Estados Unidos.
La balacera mortal de San Bernardino ocurrió en un estado que tiene algunas de las leyes de posesión de armas más estrictas de Estados Unidos: California prohíbe las armas de asalto, bloquea la venta de cargadores de gran capacidad y exige una verificación de antecedentes universales para todas las compras de armas.
Las autoridades dicen que creen que el supuesto atacante, Syed Rizwan Farook, y su esposa, Tashfeen Malik, habían comprado dos pistolas legalmente y que otros dos rifles fueron adquiridos también de forma legal en California. Funcionarios federales dicen que los tiradores tenían en su auto cargadores de gran capacidad que violan las normas estatales.
Desde el ataque del pasado miércoles en un centro de servicios sociales en el sur de California, las estrictas leyes estatales para el control de armas y la aparente compra legal de armas han desencadenado un debate sobre la efectividad de las restricciones y sobre si endurecerlas ayudaría a evitar más violencia.
“Leyes de control de armas fuertes evitan muertes por armas. No todas las leyes pueden evitar todas las muertes por armas”, dijo Allison Anderman, abogada del Law Center to Prevent Gun Violence de San Francisco. “Funcionan la mayor parte del tiempo”.
El grupo de defensa del control de armas considera que las leyes de California sobre el tema son las primeras del país; el estado es el número 42 en la tasa de muertes por armas. Las leyes de Louisiana están en el puesto 50 y es la segunda región que más defunciones por este asunto registra, según la clasificación elaborada por el grupo en 2014.
Las leyes de control de armas varían drásticamente entre estados, e incluso entre ciudades.