Estados Unidos
El sindicato United Auto Workers (UAW), que ampara a los trabajadores de la industria automotriz, amplió el viernes su huelga coordinada en Estados Unidos contra General Motors y Stellantis —la matriz de Chrysler—, pero dijo que había logrado avances reales en las conversaciones con Ford, esto después de que los contratos del UAW expiraran hace más de una semana.
Los fabricantes de automóviles, al igual que sus homólogos mundiales, se han centrado en la reducción de costos, que en algunos casos incluyen recortes de empleos, para ayudar a acelerar el cambio hacia los vehículos eléctricos (EV) desde los vehículos propulsados por gasolina.
El sindicato de trabajadores automotores ampliará su huelga contra los centros de distribución de repuestos en todo Estados Unidos en GM y Stellantis, extendiendo sus paros simultáneos y sin precedentes que comenzaron con una planta de ensamblaje de cada una de las Tres de Detroit. El presidente de la UAW, Shawn Fain, en un liva a través de Facebook, dijo que al atacar los centros de distribución, esto convierte la huelga en un evento a nivel nacional.
"Estaremos en todas partes, desde California hasta Massachusetts, desde Oregón hasta Florida", dijo Fain.
Fain dijo a principios de esta semana que se podrían evitar más huelgas si las empresas mostraran "progresos significativos" hacia un acuerdo.
"Stellantis y GM en particular van a necesitar un gran impulso", afirmó Fain. Dijo que tienen más trabajo por hacer en Ford, pero "queremos reconocer que Ford está demostrando que se toman en serio la idea de llegar a un acuerdo".
El sindicato también invitará al presidente Joe Biden a acudir a las protestas. El presidente ha expresado su apoyo a las demandas del sindicato de mejores salarios y beneficios. Ford dijo que continúa negociando y agregó que "tenemos más trabajo por delante antes de que podamos llegar a un acuerdo".
La huelga más amplia no incluirá en este momento plantas que fabrican camionetas altamente rentables como la Chevy Silverado de GM y la Ram de Stellantis. Alrededor de 12 mil 700 trabajadores se manifestaron en plantas en Missouri, Michigan y Ohio el 15 de septiembre. Esas plantas producen el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros modelos populares.
En respuesta a las noticias de progreso en Ford, Arthur Wheaton, profesor de negociación colectiva en la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de Cornell, afirmó que "no me sorprende y eso se debe principalmente a que Ford tiene una larga historia de relaciones laborales más sólidas".
El enfrentamiento está alimentando las preocupaciones sobre una acción industrial prolongada que podría perturbar la producción y afectar la cadena de suministro y afectar el crecimiento económico de Estados Unidos. Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el jueves muestra un apoyo significativo de los estadounidenses a los trabajadores automotrices en huelga.
La huelga se ha convertido en un foco de atención para Biden y los candidatos republicanos que quieren reemplazarlo. Una invitación del UAW a Biden sería una notable propuesta del sindicato hacia la Casa Blanca, que hasta ahora ha mantenido a distancia.
El jueves se le preguntó a la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, si Biden planea visitar uno de los plantones. Ella se negó a responder, pero dijo que "que todas las partes sigan en la mesa de negociaciones es positivo. Es importante que lleguemos a un acuerdo en el que todos ganen".
Fain ha dicho que los fabricantes de automóviles de Detroit no han compartido sus enormes ganancias con los trabajadores y al mismo tiempo han enriquecido a ejecutivos e inversores. El presidente de GM, Mark Reuss, rechazó esta semana esas afirmaciones, diciendo que la oferta actual al sindicato sería generosa y que las ganancias de la compañía se han reinvertido en la transición a los vehículos eléctricos.
Los fabricantes de automóviles han propuesto aumentos del 20% en cuatro años y medio, mientras que el UAW busca un 40%. El sindicato también quiere poner fin a una estructura salarial escalonada que, según afirma, ha creado una gran brecha entre los empleados nuevos y mayores.
S&P dijo que era muy probable que las huelgas, que comenzaron el 15 de septiembre, duraran varias semanas, lo que podría reducir el producto interno bruto estadounidense en el tercer trimestre en un 0,4% y causar "conmoción" en las cadenas mundiales de suministro automotriz. GM, Ford y Stellantis han dicho que están elaborando planes de contingencia para nuevos paros laborales en Estados Unidos.
Ford llegó a un acuerdo de último minuto para evitar una huelga en sus operaciones canadienses el martes por la noche. Unifor, que representa a unos 5 mil 600 trabajadores automotrices canadienses, había estado amenazando con ir a la huelga en las tres plantas de Ford en el país.