Estados Unidos
La gripe aviar altamente patógena ha vuelto a impactar a las bandadas de aves de corral comerciales en Estados Unidos durante esta temporada, generando preocupaciones en la industria. Los últimos brotes se han confirmado en una granja de pavos en Dakota del Sur y otra en Utah, según informó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
La primera incidencia fue reportada el 4 de octubre en una bandada de 47 mil 300 pavos en el condado de Jerauld, Dakota del Sur, y el segundo caso se presentó el pasado viernes en una granja con 141 mil 800 aves en el condado de Sanpete, Utah. La gripe aviar, que es mortal para las aves comerciales, ha llevado a la destrucción de las bandadas afectadas para evitar la propagación de la enfermedad, además de la descontaminación de las instalaciones.
Estos son los primeros brotes reportados entre las bandadas comerciales en Estados Unidos desde abril, cuando la enfermedad afectó a dos granjas de pavos en las Dakotas. Antes de la semana pasada, los casos se limitaban a apariciones esporádicas en bandadas de traspatio o entre aves silvestres como patos, gansos y águilas.
Aunque las aves silvestres a menudo no muestran síntomas de influenza aviar, las infecciones en estas aves son una seria preocupación para la industria avícola, ya que las aves migratorias pueden transmitir la enfermedad y pueden llegar a afectar el mercado con escasez de producto y alza de precios.
Los expertos advierten que es probable que haya más casos en el futuro cercano, ya que la temporada de migración apenas comienza. El año pasado, la gripe aviar resultó en la pérdida de casi 59 millones de aves en 47 estados, incluyendo gallinas ponedoras, pavos y pollos criados para carne, convirtiéndolo en el brote más mortífero en la historia del país. Este brote también provocó aumentos en los precios de los huevos y el pavo para los consumidores, y costó al gobierno más de 660 millones de dólares.
Aunque las infecciones por gripe aviar en humanos son raras y no se consideran un riesgo para la seguridad alimentaria, los científicos están preocupados por la posibilidad de que el virus evolucione y se propague más fácilmente entre las personas. Esta preocupación se ve respaldada por los recientes informes de Camboya, que ha registrado su tercera muerte humana por gripe aviar este año.
Los funcionarios de agricultura consideran que los casos de este año están relacionados con el brote del año pasado, que llegó a Estados Unidos en febrero de 2022 después de extenderse por Europa. El país ha impuesto restricciones periódicas a las importaciones de aves de corral procedentes de Europa para limitar el potencial de propagación.
Las autoridades están instando a los propietarios de aves a reforzar sus prácticas de bioseguridad, aunque los productores ya han implementado medidas estrictas durante varios años para evitar la entrada del virus en sus rebaños. La estrategia principal consiste en prevenir que los excrementos de aves silvestres lleguen a los establos avícolas, ya sea en el calzado y la ropa de los trabajadores o a través de equipos agrícolas, ratones, pájaros pequeños e incluso partículas de polvo.
Este último caso en Utah marca el primero de este año en el estado, pero el año pasado, 16 granjas de pavos, una granja de huevos y varias parvadas de traspatio se vieron afectadas en la región. Los productores de Dakota del Sur perdieron casi 4 millones de aves el año pasado, mientras que Iowa, el estado más afectado con casi 16 millones de aves perdidas, no ha registrado casos desde marzo. La industria avícola permanece en alerta mientras enfrenta los desafíos planteados por esta persistente amenaza.