Las autoridades han identificado a dos personas de interés en el caso de la muerte de Giselle Tapia-Salazar, la mujer de 30 años encontrada sin vida colgada de una cuerda en un puerto deportivo. Su novio, James Hart, ha declarado que fue la última persona en verla con vida y asegura que desconoce quién pudo cometer semejante acto. A pesar de ello, la policía sospecha de juego sucio en este trágico suceso.
Los investigadores han revisado cerca de 2,000 clips de video de vigilancia en busca de pistas que los conduzcan a esclarecer lo sucedido. Se ha confirmado que Giselle fue vista por última vez alrededor de la 1:35 a.m. en el barco de su pareja. Hart, visiblemente afectado, clama por justicia y afirma que amaba a Giselle más que a nada en el mundo. Por su parte, los vecinos del puerto deportivo han corroborado que la pareja tenía peleas intensas, pero también momentos de amor apasionado. La comunidad se encuentra consternada y ansiosa por saber cómo esta madre de cuatro hijos terminó perdiendo la vida de esta manera. El misterio en torno a la causa de la muerte de Giselle aún no ha sido resuelto por el médico forense, y hasta el momento no se han presentado cargos. Mientras tanto, los residentes del puerto deportivo exigen respuestas y confían en que las autoridades lograrán esclarecer este trágico suceso para que se haga justicia en memoria de Giselle Tapia-Salazar.
"Quiero que lo atrapen porque mis hijos están aquí", dijo Allen. "No quiero vivir cerca de un asesino". El médico forense aún no ha confirmado la causa de la muerte, y hasta ahora, no se han presentado cargos.