Patrice Miller, una mujer de 71 años, fue víctima de un oso negro agresivo en su pequeño pueblo del norte de California. Después de meses de hostigamiento por parte del animal, este irrumpió en su hogar el año pasado y la mató.
Cuando las autoridades encontraron el cuerpo de Miller en noviembre pasado en su casa en Downieville, mutilado y parcialmente devorado, inicialmente se pensó que había muerto por causas naturales y el oso había sido atraído por el olor.
Los vecinos habían reportado avistamientos del oso, al que Miller había apodado "Big B---ard", regresando repetidamente a su casa.
Incluso Miller había tomado precauciones, instalando barras de acero en sus ventanas, antes de que el oso lograra romper la puerta. La muerte de Miller marca el primer ataque documentado de un oso negro que resulta en la muerte de un ser humano en California.
El sheriff del condado de Sierra, Mike Fisher, comentó: "Parecía que el oso había estado allí varios días y se había estado alimentando de los restos." Los diputados del sheriff encontraron la puerta de Miller destrozada, permitiendo al oso entrar.
En la sala de estar, encontraron excrementos, sangre y huellas de oso. El informe forense sugiere que el oso arrastró a Miller desde su cama hasta la sala de estar.
La pequeña ciudad de Downieville se encuentra en un área muy frecuentada por osos, según Caitlin Roddy de Pesca y Vida Silvestre de California.
La amiga de Miller, Cassie Koch, mencionó que Miller quería que el oso fuera removido sin causarle daño antes de su trágico final.
El descuido en la disposición de la basura y la presencia de huertos y compostaje en la propiedad de Miller podrían haber atraído al oso.
Alrededor del 40% de los aproximadamente 65,000 osos negros de California habitan en la Sierra Nevada, donde se encuentra Downieville. El oso responsable fue capturado y sacrificado para evitar futuros incidentes.