Lucy Letby, una enfermera británica de 34 años, fue encontrada culpable este martes por intento de homicidio de un bebé que tenía solo dos horas de vida. Este incidente ocurrió en el hospital Condesa de Chester, ubicado en el noroeste de Inglaterra. Anteriormente, Letby había sido responsable del asesinato de siente recién nacidos en el mismo hospital, además de intentar asesinar a otros siete bebés más.
La enfermera, ya cumpliendo cadena perpetua por 14 delitos entre junio de 2015 y junio de 2016, fue condenada en un nuevo juicio tras un jurado que no llegó a un veredicto el año pasado. En este caso, manipuló el tubo de respiración de un bebé nacido prematuramente con 692 gramos, causando un deterioro "potencialmente mortal" según el jurado. El fiscal Nick Johnson argumentó que Letby intentó asesinar a la bebé unos 90 minutos después de haber nacido.
Actualmente, se están llevando a cabo investigaciones policiales para determinar cómo Lucy Letby pudo permanecer en la unidad neonatal, a pesar de las preocupaciones expresadas por médicos de alto rango que la vinculaban con la muerte de cinco bebés. Las investigaciones previas revelaron que las victimas, la mayoría bebés prematuros, fueron envenenados con insulina o inyecciones con aire en los pulmones durante los turnos de Letby.
En mayo, el tribunal de apelación rechazó la solicitud de Lucy para apelar las condenas del año pasado, a pesar de mantener su inocencia. El fallo completo se espera en los próximos días. Los investigadores están revisando los registros de aproximadamente 4,000 bebés que fueron atendidos por la enfermera Lucy Letby, durante su empleo en el hospital de mujeres de Liverpool y en el Countess of Chester.