En Perú, dos trágicas historias de montañismo han conmocionado a la comunidad internacional recientemente. Marcelo Delvaux, un respetado alpinista brasileño, fue encontrado sin vida tras caer en una grieta del Nevado Coropuna. Simultáneamente, los restos momificados de William Stampfl, un escalador estadounidense desaparecido desde hace 22 años, fueron encontrados.
El cadaver de Stampfl emergieron del hielo en el Monte Huascarán, la cumbre más alta de Perú. El estadounidense, de 59 años, había sido reportado como desaparecido desde junio de 2002, cuando una avalancha lo sepultó junto a sus compañeros durante una expedición desde California. El cuerpo del escalador fue identificado por su pasaporte encontrado entre sus pertenencias.
Stampfl se encontraba 'momificado', notablemente bien conservado por el hielo. Vestía su ropa intacta, incluyendo botas y arnés, según informó la agencia AFP. La Cordillera Blanca en el noreste de Perú, con sus cumbres nevadas y desafiantes ascensos, atrae a montañistas de todo el mundo. Sin embargo, estas bellezas naturales también representan peligros mortales.
Así lo demuestran los trágicos destinos de Stampfl y Delvaux, así como de otros montañistas encontrados sin vida en la región este año. El hallazgo de Stampfl subraya los riesgos extremos que enfrentan los alpinistas en condiciones glaciares, exacerbados por el cambio climático que está acelerando el derretimiento de los glaciares en todo el mundo.