La verdad es que el tratado en cuestión, lejos de legalizar estas prácticas, busca establecer un marco global para combatirlas. Su objetivo principal es crear leyes internacionales que castiguen la producción, distribución y posesión de material de abuso sexual infantil en línea.
Es cierto que la delegada de Austria, durante la convención, mencionó la legislación de su país sobre la edad de consentimiento, la cual establece que a partir de los 14 años los menores pueden tener relaciones sexuales con adultos mayores de 19 años, siempre y cuando no haya explotación o daño de por medio. Sin embargo, este punto se ha sacado de contexto, creando la falsa percepción de que la ONU está a favor de la pedofilia.
La ONU no promueve ni apoya la pedofilia en ninguna de sus formas, y es importante destacar que la edad de consentimiento varía en cada país. El tratado en cuestión no busca uniformizar las leyes sobre la edad de consentimiento, sino que busca establecer un marco global para luchar contra los delitos cibernéticos.
En cuanto a la pornografía infantil creada con inteligencia artificial, el tratado no la legaliza, sino que la considera un delito al igual que la pornografía infantil real.
Es crucial desmentir estas falsedades, ya que afectan la lucha contra la explotación sexual de menores, un problema que requiere de la cooperación internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad.
Debemos ser responsables con la información que compartimos en línea y evitar la difusión de noticias falsas que puedan poner en peligro a los niños y las niñas.