El caso de Roberson gira en torno a la controvertida diagnosis del "síndrome del bebé sacudido", que se ha utilizado como evidencia forense en su condena, a pesar de que estudios científicos recientes la han puesto en duda.
El "síndrome del bebé sacudido" surgió como hipótesis médica en la década de 1970, pero estudios de impacto y pruebas de choque han llevado a algunos tribunales a calificarla como "ciencia basura". Los médicos ahora comprenden que diversas condiciones pueden causar el tipo distintivo de trauma craneal asociado con esta diagnosis. En el caso de Roberson, se alega que su hija Nikki murió de una grave neumonía viral y bacteriana que los profesionales médicos pasaron por alto.
Brian Wharton, el ex detective principal del caso, ha expresado su profundo arrepentimiento por su papel en la investigación y condena de Roberson.
Estaré eternamente perseguido por mi participación en su arresto y procesamiento. Él es un hombre inocente, dijo Wharton.La ejecución de Roberson sería un precedente peligroso, ya que sería la primera vez que una persona es ejecutada por una condena basada en el "síndrome del bebé sacudido". La posibilidad de una ejecución en este caso podría influir en otros tribunales alrededor del país, lo que podría resultar en más condenas erróneas.
El caso de Roberson es una oportunidad para que el sistema judicial de Texas reconsidere la validez del "síndrome del bebé sacudido" como evidencia forense y se asegure de que la justicia se imparta correctamente. Es importante que se examinen las pruebas con un ojo crítico y se reconozca la importancia de la evidencia científica actualizada.