Este archivo de 165 páginas describe lo que Jack Smith califica como la "conducta criminal privada" del expresidente. La información revela cómo Donald Trump, a través de acciones no oficiales como candidato, intentó revertir los resultados electorales, un argumento fundamentado en la decisión del Tribunal Supremo que permite a los fiscales investigar las acciones no oficiales de Trump, mientras que protege sus acciones oficiales de la inmunidad.
El documento está estructurado en cuatro secciones, la primera de las cuales establece el caso que los fiscales intentarán demostrar en el juicio. La segunda parte guía al juez sobre cómo determinar qué acciones de Trump son oficiales y cuáles son privadas. La tercera sección examina cómo estos principios se aplican al caso de Trump, y la cuarta solicita que se declare que las acciones descritas no están protegidas por inmunidad, lo que permite que el juicio continúe. Este desarrollo se produce en un momento crítico, ya que Trump busca la reelección en un entorno político polarizado.
Smith también documenta un esfuerzo coordinado por parte de los operativos de Trump para crear caos en el periodo posterior a la elección, especialmente en lugares como Filadelfia y Detroit. Se alegó que los operativos intentaron generar confrontaciones en los centros de votación y falsear reclamaciones de acceso negado para sus observadores electorales. Estas acciones, según los fiscales, formaron parte de una estrategia más amplia para deslegitimar el proceso electoral.
Una parte significativa del archivo detalla las interacciones entre Trump y el exvicepresidente Mike Pence, donde se describe cómo Pence trató de convencer a Trump de aceptar su derrota. Los fiscales argumentan que estas conversaciones, lejos de ser parte de las funciones oficiales de la presidencia, eran interacciones privadas en un contexto político. Este enfoque se utiliza para argumentar que las acciones de Trump estaban en el ámbito personal, y no dentro de sus responsabilidades como presidente.
Los fiscales también citan un testigo que revela una conversación entre Trump y su familia en la que el expresidente afirmó que "no importa si ganaste o perdiste la elección; aún tienes que pelear como un loco". Este testimonio se presenta como evidencia de que Trump actuaba desde un espacio privado, independientemente de las funciones públicas que su familia pudiera haber desempeñado.
Además, Smith destaca que Trump y sus asesores estaban al tanto de que las alegaciones de fraude electoral no tenían fundamentos sólidos. La estrategia del expresidente incluía hacer declaraciones de victoria antes de que se contaran todos los votos, a pesar de que sus asesores le advirtieron que esto podría ser problemático. Esto refuerza la narrativa de que Trump sabía que sus acciones no estaban justificadas legalmente, pero decidió avanzar de todos modos.
Por último, el archivo subraya que las actividades de Trump, aunque realizadas en el contexto de la Casa Blanca, no están protegidas por la inmunidad presidencial, ya que no eran parte de sus funciones oficiales. Al enfatizar el carácter político de estas acciones, Smith busca establecer un precedente que permita avanzar con el juicio. Este caso no solo representa un desafío legal significativo para Trump, sino que también tiene implicaciones profundas en el entendimiento de la separación de poderes y la rendición de cuentas de los funcionarios públicos.