Las autoridades federales acusan a Alleyne e Innis de haber sido sorprendidos el 19 de septiembre, mientras descargaban equipaje del vuelo 219 procedente de Copenhague (Dinamarca). Los agentes no tenían autorización para retirar el equipaje, y Alleyne ni siquiera estaba asignado para usar el vehículo de transporte de equipaje en ese momento.
Los investigadores del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) observaron a Alleyne e Innis acercarse al avión recién aterrizado y luego se abalanzaron sobre ellos cuando comenzaron a abrir las maletas. En el interior, encontraron 134 libras de ketamina, con un valor en la calle de $3 millones de dólares. Una droga quirúrgica de hace décadas que ha sido noticia recientemente por su uso como terapia psicodélica de moda, por más de $3 millones de dólares a través del Aeropuerto Internacional John FKennedy (JFK).
Cuatro de las maletas tenían etiquetas de equipaje con los nombres de dos pasajeros del vuelo 219, según los fiscales. La denuncia no especificó si los pasajeros eran parte de la operación de contrabando, pero sí dijo que Alleyne e Innis estaban trabajando con otros implicados no identificados.
Innis supuestamente confesó que "había hecho esto al menos cinco a diez veces en el pasado" con Alleyne y "sabía que las maletas contenían drogas basándose en conversaciones con Alleyne, pero no sabía el tipo de droga". Le pagaban "aproximadamente entre $4,000 y 5,000 dólares por vuelo".
Delta tiene tolerancia cero para la conducta ilegal de cualquier persona en cualquier lugar de nuestra operación global y siempre trabajará con la policía para ese fin, dijo un portavoz de Delta.
Ambos acusados se declararon "no culpables" de los cargos de importación y contrabando de drogas y fueron liberados tras pagar una fianza de $50,000 dólares a la espera de juicio.