Con la llegada del final del horario de verano, muchas personas en California y en todo el país se preguntan si esta será la última vez que se deba ajustar el reloj. Aunque hay un creciente movimiento que busca poner fin a este cambio bianual, la realidad es que el 3 de noviembre probablemente no será el último día en que se deba cambiar la hora. A pesar de los esfuerzos de legisladores estatales y federales, el avance hacia la eliminación del horario de verano ha sido lento y, en muchos casos, infructuoso.
Cada año, hay llamados para finalizar esta práctica y optar por un horario permanente, ya sea de verano o estándar. Casi todos los estados han presentado alguna legislación o resolución para detener el cambio de hora, buscando generalmente mantener el horario de verano de manera continua. Sin embargo, bajo la ley estadounidense, los estados no pueden tomar esta decisión por sí solos y necesitan el permiso del Congreso para observar el horario de verano todo el año.
A pesar de estas restricciones, muchos estados han promulgado leyes que buscan implementar el horario de verano permanente. Entre ellos se encuentran Alabama, Florida, Colorado y Georgia, que han hecho solicitudes al Congreso para que les permita “bloquear el reloj”. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de estados que han impulsado estos esfuerzos, muchos proyectos de ley han quedado estancados o han fracasado en sesiones legislativas recientes.
Por otro lado, también hay estados que abogan por permanecer en el horario estándar. Recientemente, legisladores en Idaho propusieron una ley que buscaría mantener el horario estándar si al menos dos estados vecinos adoptaban la misma medida. En Nueva Hampshire, un proyecto de ley similar está programado para discusión en octubre, destacando la interconexión de las decisiones estatales en esta cuestión.
En otros lugares, como Maine y Massachusetts, se han presentado propuestas para que la decisión recaiga en los votantes. Esta tendencia muestra una creciente preocupación por el impacto que los cambios de hora pueden tener en la salud y el bienestar de las personas. En California, donde los votantes ya han dado a los legisladores permiso para modificar la zona horaria del estado, se introdujo un proyecto de ley que pide revisar los efectos de un horario estándar permanente.
A pesar de la actividad legislativa en torno al horario de verano, algunos estados parecen haber perdido interés en el tema. El Distrito de Columbia y Rhode Island no han presentado proyectos de ley sobre este asunto desde 2019. A nivel federal, también ha habido múltiples intentos de legislación que no han prosperado, lo que sugiere que, a menos que vivas en Arizona o Hawái, es probable que tengas que seguir ajustando el reloj.
La cuestión del horario de verano en Estados Unidos sigue siendo compleja y polémica. Aunque hay un fuerte deseo de poner fin a los cambios de hora, las limitaciones legales y la falta de consenso entre los estados complican el avance hacia una solución permanente. Mientras tanto, los ciudadanos deben prepararse para caer una vez más en la rutina de ajustar sus relojes en noviembre.