El escalofriante caso conmocionó a la comunidad de Chelmsford, Essex, en el Reino Unido, donde Virginia McCullough vivió con los cuerpos de sus padres durante cuatro años, después de esconderlos en tumbas improvisadas.
McCullough, descrita como una "inteligente manipuladora", envenenó a su padre con medicamentos recetados que trituraba y mezclaba en sus bebidas alcohólicas. Un día después, asesinó a su madre a golpes con un martillo y puñaladas.
"Un acto calculado de autopreservación y ganancia personal"
Luego de los asesinatos, McCullough ocultó los cuerpos en tumbas improvisadas dentro de la casa familiar. Para cubrir sus crímenes, mintió a familiares, médicos y autoridades sobre el paradero de sus padres, alegando que estaban de viaje.
La investigación comenzó cuando un médico de cabecera no pudo localizar a los McCullough y notó que John no había recogido su medicación ni había asistido a sus citas programadas. Tras un análisis de las cuentas bancarias de los padres, se descubrió que McCullough había gastado sus pensiones y acumulado grandes deudas en sus nombres.
"Un engaño de escala monumental"
McCullough finalmente confesó el crimen a la policía cuando entraron en la casa por la fuerza, tras una investigación por desaparición. En un video grabado por la policía, se ve a McCullough esposada, confesando: "Sabía que esto sucedería eventualmente. Es correcto que pague mi castigo."
En la corte, McCullough admitió los asesinatos y el juez Johnson la sentenció a cadena perpetua con un mínimo de 36 años.
El juez describió las acciones de McCullough como una "flagrante violación de la confianza que debería existir entre padres e hijos." Las autoridades dijeron que el caso reveló "niveles inmensos de engaño, traición y fraude".
"Fue un engaño de escala monumental", dijo el detective superintendente Rob Kirby de la policía de Essex. "McCullough mintió sobre casi todos los aspectos de su vida, manteniendo una farsa para engañar a todos los que estaban cerca de ella y aprovechándose claramente de la buena voluntad de sus padres".
"Una persona más feliz en prisión"
El abogado defensor, Christine Agnew KC, alegó que McCullough era una persona "más feliz en prisión que afuera."
El caso de Virginia McCullough es una historia sombría que nos recuerda los límites de la naturaleza humana y la capacidad de las personas para perpetrar actos terribles en busca de ganancia personal.