Con la elección presidencial estadounidense a la vuelta de la esquina, las promesas de Donald Trump para asegurar la frontera se intensifican, y con ellas, las críticas hacia su contrincante, Kamala Harris.
En un mitin en Prescott Valley, Arizona, el expresidente estadounidense hizo una promesa contundente: contratar a 10 mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza si es reelegido.
Después de ganar voy a pedir al Congreso de inmediato para aprobar un aumento del 10%, declaró Trump rodeado de agentes uniformados y pancartas con la leyenda "Asegurar nuestra frontera".
La promesa del republicano no solo contempla la contratación de nuevos agentes, sino que también incluye un aumento salarial del 10% y bonos de retención para los agentes actuales. Estos anuncios se hicieron con el respaldo del sindicato de la Patrulla Fronteriza, quienes expusieron un panorama desolador para Estados Unidos si Harris gana las elecciones.
Cada ciudad, cada comunidad en este gran país se irá al infierno, afirmó Paul Pérez, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, añadiendo que Trump podría proteger la frontera.
Las declaraciones de Trump no son nuevas. Su retórica contra los migrantes ha sido un elemento constante en su campaña, desde acusarles de "envenenar la sangre" de los estadounidenses hasta afirmar que "permiten la entrada de asesinos".
La migración irregular por la frontera con México se ha convertido en un tema central de la campaña de Trump, y su discurso parece radicalizarse a medida que la fecha de las elecciones se acerca.