Jared Ostello, un mecánico de aviones con reflejos rápidos, se encontró cara a cara con un intruso que buscaba volar sin permiso.
El hombre, cuya identidad aún es desconocida, entró al aeropuerto por un agujero en la cerca de alambre, una zona que estaba en remodelación. Ostello lo vio trepar a un avión privado, cerrar la puerta y encender las luces. "Cerró la puerta y vi cómo se encendían las luces una a una. Fue entonces cuando supe que tenía que hacer algo", narró Ostello sobre el momento en que la adrenalina le recorrió las venas.
Ostello reaccionó con rapidez y logró sacar al hombre del avión antes de que pudiera arrancar. Pero la historia no termina ahí. El intruso, lejos de rendirse, corrió hacia un hangar lleno de aeronaves. "Pensé: oh no, quería que corriera en dirección opuesta", dijo Ostello, incrédulo por la situación.
El hombre intentó robar un segundo avión, esta vez perteneciente a Robert Nicolas, jefe de Ostello. Sin embargo, la determinación de Ostello frustró el intento. A pesar de llamar a las autoridades del aeropuerto, el intruso logró escapar antes de ser capturado.
La Oficina del Sheriff del Condado de Sonoma inició una investigación para identificar y capturar al sospechoso. "El hombre había empujado el acelerador y el combustible hacia adelante, y tenía la energía activa. Si hubiera presionado el botón de arranque, podría haber causado daños por unos 300,000 dólares al motor", comentó Nicolas, dueño del avión que el intruso intentó robar.
Las autoridades del aeropuerto aseguran que la cerca será reparada en las próximas dos semanas, y que se reforzarán las medidas de seguridad. Mientras tanto, Ostello se siente aliviado de que no haya habido heridos. "Simplemente sabía que tenía que hacer algo, y eso fue lo que hice. Siento que hice lo mejor que podía hacer", concluyó, con la satisfacción de haber actuado con valentía en un momento crucial.