Una mujer de Missouri ha sido condenada a dos cadenas perpetuas por el homicidio de una mujer embarazada de Arkansas y por intentar hacer pasar al feto como su propio bebé fallecido. Amber Waterman, de 44 años y residente de Pineville, Missouri, no será elegible para la libertad condicional, según la sentencia emitida por la Fiscalía de los Estados Unidos. Waterman se declaró culpable en julio de secuestro con resultado de muerte y de causar la muerte de un niño en el útero.
En su declaración, Waterman admitió haber utilizado un nombre falso para contactar a Ashley Bush, de Siloam Springs, Arkansas, a través de Facebook. Bush, de 33 años, estaba aproximadamente en la semana 31 de su embarazo en ese momento. Ambas mujeres se conocieron en la biblioteca pública de Gravette y acordaron reunirse nuevamente tres días después.
El encuentro se llevó a cabo el 31 de octubre de 2022 en una tienda de conveniencia en Arkansas, donde Waterman afirmó que ayudaría a Bush a encontrar un trabajo. Sin embargo, en lugar de eso, la llevó a su hogar en Pineville, Missouri. Horas más tarde, se recibió un informe de que un bebé no respiraba, y más tarde se confirmó que había fallecido.
Waterman inicialmente declaró que había dado a luz en un camión mientras se dirigía al hospital, pero en su declaración final admitió que el bebé pertenecía a Bush. La autopsia reveló que Bush, madre de otros tres hijos, falleció debido a un traumatismo penetrante en el torso, y el feto murió en el útero, según lo informado por los fiscales.
El esposo de Waterman, Jamie Waterman, también fue implicado en el caso. Se declaró culpable de complicidad en el secuestro que resultó en la muerte, tras ayudar a envolver el cuerpo de Bush y trasladar los restos. Jamie podría enfrentar una condena de hasta 15 años de prisión federal sin posibilidad de libertad condicional.
Durante el juicio, los fiscales señalaron que el impacto emocional causado por Amber Waterman perduraría por generaciones. A lo largo de la audiencia de sentencia, familiares de la víctima expresaron su dolor y anhelo de justicia, describiendo a Waterman en términos muy negativos. Este caso ha generado una profunda conmoción en las comunidades afectadas, subrayando la gravedad de los actos que llevaron a esta tragedia.