Lo que antes era una puerta abierta a oportunidades se está convirtiendo en un laberinto de incertidumbre para quienes llegaron buscando un futuro mejor.
El programa de residencia temporal de Canadá, un pilar para atraer talento extranjero, está siendo sometido a un análisis crítico. El gobierno canadiense, en un intento por controlar los efectos de la creciente inmigración, está reduciendo el número de visados de estudiante y limitando la cantidad de trabajadores extranjeros temporales que las empresas pueden contratar. Este cambio de rumbo ha dejado a muchos residentes temporales, como Sachindeep Singh, un estudiante de 23 años de India, con un futuro incierto.
Su permiso de trabajo ha expirado y ahora se enfrenta a una decisión difícil:
- Regresar a India.
- Continuar sus estudios en Canadá con tarifas más altas para estudiantes internacionales.
- Solicitar un visado de visitante que no le permite trabajar.
Las consecuencias del cambio de política se están haciendo sentir en la vida de muchos residentes temporales, quienes se sienten traicionados después de haber sido invitados a Canadá para contribuir a su economía y ahora enfrentan la posibilidad de ser expulsados. Algunos incluso se ven obligados a trabajar en la economía informal o a solicitar asilo para poder permanecer en el país.
El futuro de la política de inmigración de Canadá sigue siendo incierto. El gobierno ha prometido un enfoque más flexible, pero aún no se ha definido cómo se implementará esta nueva estrategia. Lo que está claro es que Canadá se encuentra en un punto de inflexión, donde la balanza entre la atracción de talento internacional y la gestión de los recursos internos está en constante movimiento.