La serie documental de Netflix, "Los Menéndez: Asesinos o Víctimas?", ha reavivado el debate sobre la culpabilidad de Lyle y Erik, sentenciados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989.
La defensa ha presentado nuevas pruebas que apuntan a un posible trasfondo de abuso por parte de los padres. Estas nuevas acusaciones, que incluyen abuso sexual y físico, han abierto la puerta a la posibilidad de una nueva sentencia para los hermanos Menéndez. El fiscal del distrito del Condado de Los Ángeles, George Gascón, se encuentra en la difícil tarea de determinar si las pruebas presentadas justifican un cambio en la condena.
Gascón ha confirmado que su equipo está dividido sobre el caso. Algunos fiscales creen que los hermanos deben cumplir su condena completa, mientras que otros consideran que el abuso sufrido podría ser un factor atenuante. El mismo Gascón ha aclarado que no se discute la culpabilidad de los hermanos, pero sí la posibilidad de una reducción de la condena tras 30 años.
El caso de los Menéndez se ha convertido en un dilema moral, donde la sociedad se debate entre la justicia por el crimen cometido y la posibilidad de que las víctimas también hayan sido perpetradores. La decisión de Gascón, que se espera en los próximos días, marcará un nuevo capítulo en este controvertido caso.