Sin embargo, las encuestas no reflejan la importancia que Donald Trump le da a este tema.
En un mitin en Greensboro, Trump declaró que pedirá la pena de muerte para cualquier migrante convicto por asesinar a un ciudadano estadounidense o a un agente de las fuerzas del orden. "Tenemos que hacerlo... estoy pidiendo la pena de muerte", dijo Trump, asegurando que el Congreso lo aprobará.
Las declaraciones de Trump se dan en un contexto de tensión en la frontera entre Estados Unidos y México. Trump ha acusado a su rival, la vicepresidenta Kamala Harris, de tener "las fronteras abiertas", a pesar de que las restricciones al asilo impuestas por el gobierno de Joe Biden han reducido el número de arrestos en la frontera suroeste.
Trump, en su discurso, también ha prometido deportaciones masivas y un castigo de 10 años para quienes regresen después de ser expulsados. Ha presumido el apoyo de los trabajadores de la Patrulla Fronteriza, quienes lidian con la supuesta crisis en la frontera sur, y ha reiterado que por la frontera ingresan traficantes de drogas, violadores y delincuentes.
Además de la inmigración, Trump ha criticado la respuesta del gobierno federal al huracán 'Helene', que azotó Carolina del Norte el mes pasado y dejó más de 230 muertos, la mayoría en ese estado.
Las encuestas muestran una carrera reñida entre Trump y Harris en Carolina del Norte, uno de los estados clave que definirán el próximo ocupante de la Casa Blanca.
Es importante mencionar que, según una encuesta de Gallup, la economía es el tema que más preocupa a los votantes, seguido de la inflación, la delincuencia y la inmigración.