Ahora, imaginen esa tranquilidad interrumpida por un acto de violencia repentino e inexplicable. Exactamente, eso ocurrió el pasado martes en Perth, Australia Occidental, donde un incidente dejó a todos atónitos. En el centro comercial Mirrabooka, una mujer, sin mediar palabra, se acercó a una madre que cargaba a su bebé en brazos y, sin motivo aparente, golpeó al pequeño. El ataque fue tan repentino e inesperado que la madre apenas pudo reaccionar. La agresora, luego de perpetrar el acto, huyó del lugar, dejando a la madre en shock y a su bebé con heridas en el rostro. Afortunadamente, las lesiones del bebé no fueron consideradas graves.
Las autoridades, alertadas por el incidente, iniciaron una investigación inmediata. Tras la recolección de pruebas y testimonios, la policía identificó a la sospechosa como Pamila-Raye Jetta, una joven de 21 años. Jetta fue detenida horas después del ataque en el mismo centro comercial y acusada de agresión agravada que ocasionó daños corporales.
La policía ha confirmado que tanto la madre como el bebé eran desconocidos para Jetta. Este detalle incrementa el misterio y la incertidumbre en torno al incidente, llevando a la comunidad a cuestionarse las motivaciones detrás de la agresión. Jetta comparecerá ante el Tribunal de Magistrados de Perth este jueves para enfrentar las consecuencias de sus actos.
El primer ministro de Australia Occidental, Roger Cook, expresó su consternación ante el ataque, calificándolo de "impactante y traumático" para la madre y "potencialmente muy peligroso" para el bebé. La rápida respuesta de la policía, que logró la detención de la sospechosa en cuestión de horas, ha sido recibida con alivio por la comunidad.