En el caso de Paxton Whitehead, un pequeño de tan solo 14 meses, su muerte no solo conmocionó a su familia, sino que también puso en marcha una investigación que ha durado casi un año. La vida de Paxton se apagó en un hospital de Pensilvania el 24 de octubre. Las autoridades rápidamente sospecharon que no se trataba de un accidente. La autopsia reveló la terrible verdad: Paxton murió por trauma contundente en la cabeza, el torso y las extremidades.
Las heridas eran tan graves que las autoridades no dudaron en iniciar una investigación. Fracturas de cráneo y otros huesos en diferentes etapas de curación confirmaron que el pequeño Paxton había sido víctima de maltrato. Un año después del trágico suceso, la justicia ha llegado. Brooke Whitehead, la madre de Paxton, ha sido acusada de homicidio criminal y agresión agravada. Su esposo, Ryan Whitehead, también de 32 años, enfrenta cargos por poner en peligro el bienestar de un niño.
Brooke Whitehead, quien era la única adulta presente en la casa cuando Paxton murió, aseguró que encontró al bebé "sin vida" cuando fue a despertarlo de una siesta. "Era un buen bebé. Lloraba de vez en cuando. El doctor dijo que se acostumbraría a medida que descubriera por qué y qué quería", declaró a WPXI afuera de su audiencia.
A pesar de sus palabras, Brooke Whitehead insiste en que no sabe qué causó las lesiones que llevaron a la muerte de su hijo. Sin embargo, la investigación ha revelado una imagen desgarradora de la realidad que enfrentaba el pequeño Paxton. El fiscal del condado de Washington, Jason Walsh, calificó el caso como "uno de los casos más horribles de cualquier persona - niño o adulto - que he visto".
"Este bebé, quiero decir que ni siquiera puedo describir las lesiones que sufrió este niño, fracturas y refracturas", declaró Walsh.
Brooke y Ryan Whitehead se encuentran actualmente bajo custodia en la cárcel del condado de Washington sin derecho a fianza. Su futuro se enfrenta a un juicio por la muerte de su hijo.