El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha dado un paso al frente y ha emitido una alerta sobre el inminente despliegue de 8.000 soldados norcoreanos que se espera que participen en el combate "en los próximos días". Estos militares, según Blinken, serán trasladados a la región rusa de Kursk, un territorio clave en el frente de batalla, donde Ucrania lanzó una ofensiva importante en agosto de 2023.
"Aún no hemos visto a esas tropas participando en combate contra las fuerzas ucranianas, pero esperamos que eso suceda en los próximos días", advirtió Blinken en una conferencia de prensa, enfatizando la gravedad de la situación.
La noticia ha llegado después de días de reportes de inteligencia por parte de Corea del Sur y Ucrania, que apuntaban a un entrenamiento masivo de soldados norcoreanos en territorio ruso. Se habla de miles de militares recibiendo adiestramiento en artillería, vehículos aéreos no tripulados (drones) y tácticas de infantería.
Esta colaboración entre Rusia y Corea del Norte, si se confirma, marcaría un nuevo capítulo en la guerra. Blinken, en un tono firme, ha declarado que los soldados norcoreanos se convertirían en objetivos militares "legítimos" si se unen al combate. La situación se torna aún más compleja ante la posibilidad de que este movimiento pueda escalar a un conflicto de mayor envergadura.