En junio de 2023, Cameron Darrick Peterson, un joven de 20 años, fue arrestado por las autoridades en New Braunfels, Texas, tras una investigación que reveló planes de posibles ataques violentos en lugares públicos.
La investigación se inició a partir de publicaciones en redes sociales de Peterson, las cuales mostraban un interés obsesivo por la violencia. En su cuenta de Instagram, Peterson publicó mensajes que hacían referencia a ataques en lugares específicos, como una gasolinera de la cadena Buc-ee's ubicada en la autopista I-35.
Las autoridades también descubrieron que Peterson intentó adquirir un arma de fuego en dos ocasiones. En enero de 2023, se le negó la compra por ser menor de edad. En mayo, intentó nuevamente la compra, pero nuevamente fue frustrado.
Durante la investigación, el FBI y el Departamento de Policía de New Braunfels encontraron evidencia adicional en la residencia de Peterson. Se encontró un rifle largo con culata recortada, seis cargadores cargados con 60 balas y una caja con materiales que podrían ser utilizados para la fabricación de artefactos explosivos. Uno de estos artefactos no estaba registrado en el Registro Nacional de Armas de Fuego debido a la edad de Peterson.
Peterson fue acusado de intento de recibir un arma de fuego para ser utilizada en la comisión de un delito grave. Se declaró culpable de los cargos y enfrenta una posible pena de hasta 10 años de prisión y una multa de $250,000. La sentencia se dictará en febrero de 2024.
Este caso destaca la importancia de monitorear las actividades en redes sociales para detectar posibles amenazas de violencia. La investigación y el arresto de Peterson fueron un esfuerzo colaborativo de diversas agencias, lo que subraya la importancia de la cooperación interinstitucional en la prevención del delito.