El embarazo es una etapa crucial en la vida de una mujer, llena de cambios físicos y emocionales. Pero ¿qué sucede cuando la tranquilidad de este periodo se ve interrumpida por eventos traumáticos como desastres naturales? Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada ha arrojado luz sobre las consecuencias a largo plazo de la exposición a este tipo de situaciones durante el embarazo.
La investigación, publicada en la revista Behavioral Sciences, analizó datos de más de 1.3 millones de madres y recién nacidos en diversos países. El análisis reveló que la exposición materna a desastres naturales, como inundaciones o huracanes, se asocia a un desarrollo cerebral alterado en los bebés.
¿Cómo afecta el estrés a los bebés en desarrollo?
El estrés psicológico materno durante el embarazo, según el estudio, puede atravesar la placenta y llegar al feto en desarrollo. Esta exposición al estrés altera los niveles de hormonas y neurotransmisores esenciales para el correcto desarrollo del cerebro del bebé.
Las consecuencias de esta exposición al estrés durante el embarazo se observan en diferentes etapas del desarrollo infantil:
- Problemas emocionales: Los niños expuestos a desastres naturales durante la gestación tienden a presentar mayor riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y problemas de sueño en la infancia.
- Desafíos de aprendizaje: A los 8 y 10 años, estos niños muestran un desempeño inferior en pruebas de vocabulario, lectura y matemáticas.
- Posibles trastornos: También se ha detectado una mayor probabilidad de desarrollar trastornos por déficit de atención con hiperactividad y trastornos del espectro autista.
Este estudio resalta la importancia de cuidar la salud mental de las mujeres embarazadas, especialmente en momentos de crisis. Es fundamental ofrecer apoyo y recursos que les permitan afrontar el estrés y proteger la salud de sus hijos.